Políticas,
normas, procedimientos de seguridad y otros documentos de un SGSI
Cuando se trata de documentar las decisiones y acciones relacionadas con
la seguridad de la información o la construcción de un SGSI (Sistema de Gestión
de la Seguridad de la Información), aparecen diferentes tipos de documentos que
contribuyen a lograr ese objetivo. En este texto trataré de poner algo de luz
en relación a los diferentes documentos que pueden ser utilizados para tratar
de establecer, definir y documentar las necesidades en Seguridad de la Información.
Todo intento por formalizar cualquier tarea o aspecto relacionado con la
seguridad debe tratar como mínimo de responder a tres preguntas:
·
Qué: objetivo, requisito o regulación que se quiere satisfacer o
cumplir (lo que hay que lograr).
·
Quién: responsable de la tarea o encargado de que se cumpla (el
encargado de hacerlo posible).
·
Cómo: descripción de las actividades que darán con la consecución
del objetivo o requisito (lo que haya que hacer para conseguirlo).
Las preguntas cuándo y dónde muchas veces no tienen por qué ser
respondidas aunque suelen ser tratadas en los procedimientos. Basándose en lo
anterior, los documentos que se elaboran para formalizar la seguridad tratan, a
diferentes niveles, de responder a esas preguntas, relacionándose de manera
jerárquica unos con otros:
·
Una política de seguridad debe establecer las necesidades y
requisitos de protección en el ámbito de la organización y es la guía o marco
para la creación de otro tipo de documento más detallado que denominamos norma
de seguridad. Formalmente describe qué tipo de gestión de la seguridad se
pretende lograr y cuáles son los objetivos perseguidos. Definen qué quiere la
organización a muy alto nivel, de forma muy genérica, quedando como una
declaración de intenciones sobre la seguridad de la Organización. A su vez, una
política de seguridad puede apoyarse en documentos de menor rango que sirven
para materializar en hechos tangibles y concretos los principios y objetivos de
seguridad establecidos. Hablamos entonces del marco normativo que puede estar
constituido por documentos de rango inferior, como pueden ser las normas,
políticas de uso, procedimientos de seguridad e instrucciones técnicas de
trabajo. Vamos a ver en qué consisten cada una de ellas.
·
Una norma de seguridad define qué hay que proteger y en qué
condiciones, pero para situaciones más concretas. Sirven para establecer unos
requisitos que se sustentan en la política y que regulan determinados aspectos
de seguridad. Una norma debe ser clara, concisa y no ambigua en su
interpretación. Se pueden agrupar en base a las diferentes áreas de la
seguridad dentro de la organización: normas de seguridad física, normas de
control de acceso a sistemas, normas de gestión de soportes, normas de
clasificación de información, etc.
·
Un procedimiento de seguridad determina las acciones o tareas
a realizar en el desempeño de un proceso relacionado con la seguridad y las
personas o grupos responsables de su ejecución. Son, por tanto, la
especificación de una serie de pasos en relación la ejecución de un proceso o
actividad que trata de cumplir con una norma o garantizar que en la ejecución
de actividades se considerarán determinados aspectos de seguridad. Un
procedimiento debe ser claro, sencillo de interpretar y no ambiguo en su
ejecución. No tiene por qué ser extenso, dado que la intención del documento es
indicar las acciones a desarrollar. Un procedimiento puede apoyarse en otros
documentos para especificar, con el nivel de detalle que se desee, las
diferentes tareas. Para ello, puede relacionarse con otros procedimientos o con
instrucciones técnicas de seguridad.
·
Una instrucción técnica de seguridad determina las acciones o
tareas necesarias para completar una actividad o proceso de un procedimiento
concreto sobre una parte concreta del sistema de información (hardware, sistema
operativo, aplicación, datos, usuario, etc.). Al igual que un
procedimiento, son la especificación pormenorizada de los pasos a ejecutar. Una
instrucción técnica debe ser clara y sencilla de interpretar. Deben
documentarse los aspectos técnicos necesarios para que la persona que ejecute
la instrucción técnica no tenga que tomar decisiones respecto a la ejecución de
la misma. A mayor nivel de detalle, mayor precisión y garantía de su correcta
ejecución.
·
Una política de uso es un documento destinado a usuarios
finales con la intención de establecer una regulación específica sobre la
utilización de un sistema, tecnología o recurso. En este caso, deben
documentarse las normas de comportamiento que deben cumplir los usuarios en el
uso de los sistemas de información o los aspectos generales que se desean
regular, así como los usos que son considerados autorizados y los usos no
aceptables.
Lo importante de este conjunto de documentos que forman el marco
normativo es, por un lado, documentar de forma clara y concreta las decisiones establecidas
por la organización en materia de seguridad y, por otro, que sean utilizados
por todas las personas de la organización para saber qué hacer en cada
circunstancia en relación con la protección de la información.
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